Con la presencia del Ministro de Bienes Nacionales Víctor Osorio y el director del Museo Histórico Nacional y consejero del Consejo de Monumentos Nacionales, Pablo Andrade, se descubrió la placa que identifica el Monumento Nacional Sitio de Memoria, Ex Centro de Detención Clínica Santa Lucía, en una emotiva ceremonia junto a agrupaciones de defensa de los derechos humanos, en el inmueble ubicado en la calle Santa Lucía N° 162.
Esta iniciativa surgió de la necesidad de identificar y difundir nuestros Monumentos Nacionales, en este caso la necesidad tuvo un significado mayor, dado que se trata recintos que fueron testimonio de violaciones a los Derechos Humanos, por lo tanto se trata de plasmar la resignificación del espacio, como un lugar de encuentro para la promoción de los derechos esenciales.
En la ceremonia participaron la Comisión chilena de Derechos Humanos, la Corporación de Memoria Ex Centro de Detención Clínica Santa Lucía y el Programa de Derechos Humanos del Ministerio del Interior.
«La instalación de la placa contempla en sí misma un acto de reparación simbólica desde el Estado hacia las víctimas, es uno de los valores que ha tomado en consideración el Consejo de Monumentos al proteger patrimonialmente estos espacios», dijo Ángel Cabeza, a nombre del Consejo de Monumentos.
«Estos dos últimos años hemos contribuido a otorgar protección a 6 sitios de memoria en el país, con lo cual se suman unos 18 espacios con protección patrimonial que son sitios de memoria, los que contribuyen a resguardar, como indica el nombre, la memoria histórica sobre sucesos que no pueden caer en el olvido», añadió.
La Clínica Santa Lucía fue un centro de detención y tortura a cargo de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA) durante la dictadura militar chilena (1973-1990).
El inmueble está ubicado en la calle Santa Lucía Nº 162 (frente al cerro del mismo nombre) en pleno centro de Santiago de Chile En 1972 la casona fue comprada para funcionar como sede del Movimiento de Acción Popular Unitaria (MAPU). Tras el golpe militar de 1973 es expropiada y pasa a constituirse en la clandestinidad como clínica.
En 1973, tras el golpe de Estado, fue allanado por las fuerzas de seguridad y orden, pasando a ser propiedad estatal en virtud de un decreto de la Junta de Gobierno, siendo utilizado por agentes de la dictadura hasta 1997, como infraestructura de apoyo sanitario, médico y logístico de los centros de detención y tortura de la Región Metropolitana.
De acuerdo al testimonio de los detenidos, los llevaban a esa clínica para recibir tratamiento luego de haber sufrido torturas. Permanecían vendados, amarrados a la cama, sometidos a amenazas y a presión psicológica. El objetivo del tratamiento médico era mantenerlos con vida para continuar con las torturas. Los detenidos llegaban habitualmente desde otros centros de detención. El recinto funcionó también como clínica privada para algunos miembros de la DINA y sus familiares. Además del tratamiento, los detenidos eran torturados e interrogados en el recinto.
El inmueble fue construido en 1934, es obra del arquitecto Alberto Cruz Montt, (1879‐1955), destacado arquitecto nacional de principios del siglo XX.
Actualmente el edificio aloja a la Comisión Chilena de Derechos Humanos, y tiene la categoría de Monumento Histórico en virtud del decreto N° 132 del 29 de abril de 2016.
Fuente: web del Consejo de Monumentos Nacionales.